Cumbres, desierto y mar

El territorio continental de Chile se extiende al oeste de Sudamérica a lo largo del Pacífico, como una cinta de 4 mil kilómetros de longitud. La situación geográfica poco común de este país de 18 millones de habitantes hace que esté dividido en zonas climáticas radicalmente diversas: desde la región más seca del mundo –el desierto de Atacama- al norte, pasando por sus interminables costas y sus alturas andinas, hasta el extremo sur del continente, con su extremada pluviosidad.

Chile abarca además territorios marítimos como la famosa Isla de Pascua, en el océano Pacífico, a 3500 kilómetros de sus costas. Allí se erigen las colosales figuras de roca conocidas como Moai que desde 1995 se declararon patrimonio cultural de la humanidad.

Casi tan contradictoria como su geografía y es también la historia de la joven república chilena: en 1973 terminó con un baño de sangre la corta presidencia socialista democrática de Salvador Allende. Augusto Pinochet sube el poder tras un golpe de Estado y su junta militar permanece al mando durante más de 15 años marcados por la represión. Finalmente, en 1989 arranca un nuevo proceso de redemocratización. Las crisis y transiciones que ha vivido el país se reflejan también en las obras de reconocidos escritores chilenos como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Isabel Allende o Roberto Bolaño.

En el siglo XIX y la primera mitad del XX arribaron a Chile numerosos migrantes alemanes. Con la caída de Allende y la cruenta persecución a cualquier opositor de la dictadura pinochetista, cambia la dirección del flujo migratorio. Entre los chilenos a quienes la RDA concedió asilo político se encontraba quien hoy en día es la presidenta chilena: Michelle Bachelet. Y tras la caída del muro en Alemania, Chile se convirtió en refugio de Erich Honecker y su mujer Margot, cuya hija estaba casada con un chileno.