Reflejos incompletos

por Georg Kasch
Versión en español por Margarita Borja

Heidelberg, 19 de febrero de 2017. ¿Qué tienen en común Osama bin Laden, Moby Dick y los apaches? Pues que a todos ellos los persiguieron fanáticamente. Para matar a bin Laden, Estados Unidos construyó en Carolina del Norte una réplica en escala 1:1 de su casa en Abbottabad, así los navy seals podrían prepararse en detalle para el operativo. Y aún otra copia se construyó en Jordania como escenografía para el rodaje de “Zero Dark Thirty” de Kathryn Bigelow.

También para la representación de “A House in Asia” la agrupación teatral Señor Serrano se ha montado una copia en miniatura de la célebre casa, rodeada de una alfombra de césped artificial que se extiende en un mini parking y un bosquecillo. Allí juegan Àlex Serrano, Pau Palacios y Alberto Barberá el viejo juego de niños: indios y vaqueros. Y lo hacen no solo con muñequitos de plástico sino con un montón de técnica que empieza por las cámaras que graban las escenas inmóviles a las que luego animan mediante iluminación y el sonido pregrabado: la voz de un narrador en off, diálogos y picante música pop.

Hechos y ficción

Pedazo a pedazo van demontando la casa modelo. Como en una matrioshka, cada vez hallamos más detalles y más modelos contenidos en ella: la Casa Blanca, una vista panorámica de los predios en Abbottabad, el setting de la película de Bigelow y hasta público teatral.

Y dentro de este escenario en miniatura hay a su vez pequeñas pantallas que transmiten fragmentos de filmes de Hollywood. Dichas imágenes sumadas a las que se están grabando en vivo durante la representación, componen una fascinante y poderosa marea visual entre el realismo cinematográfico, los videojuegos de disparos y un kit de bloques de construcción. Y cuando las canciones se traducen incorrectamente y el movimiento de labios se sincroniza mal y aparecen actores que nunca participaron en “Zero Dark Thirty”, ello sucede porque los hechos y la ficción se van diluyendo en un solo concepto.

Así va armándose durante una hora el alusivo rompecabezas que deviene una narración que abarca todo el mundo y donde la lucha de Estados Unidos contra el terrorismo se reduce a una de muchas guerras entre Occidente y Oriente. Pero principalmente vemos desplegarse ante nuestros ojos un protocolo de la desesperanza, en esa atmósfera saturada de testosterona de las tropas de élite, nada más que una réplica (y de réplicas justamente está hecha la velada) del trillado juego de niños de indios y cowboys. Un protocolo de la desesperanza porque toda lucha militar es a fin de cuentas inútil. Porque la revancha se nos presenta hoy como algo tan arcaico, tan poco civilizado y sin embargo se resiste a extinguirse. Y porque es tan improbable que tanto los cazadores como los cazados terminen mentalmente sanos tras la cacería. ¿Cómo lo puso el actor que hacía el papel de viejo navy seal? Los enemigos en una lucha no son más que reflejos incompletos el uno del otro. Y al final uno termina matando también una parte más de sí mismo.

A House in Asia
Agrupación Señor Serrano

Creación: Àlex Serrano, Pau Palacios y Ferran Dordal, Dirección: Àlex Serrano, Producción: Barbara Bloin, Iluminación: Alberto Barberá, Vestuario: Alexandra Laudo, Música: Roger Costa Vendrell, Vídeo: Jordi Soler, Agente: Iva Horvat, Con el apoyo de GREC, TNT, Hexagone, Monty, La Fabrique, Province de Hainaut, INAEM, Departament de Cultura, Institut Ramon Llull.
Elenco: Àlex Serrano, Pau Palacios y Alberto Barberá.
Duración: 60 min