"Sobre la teoría del eterno retorno aplicada a la revolución en el Caribe" en la prensa

Sanguinetti ha burlado todas las leyes posibles del buen revolucionario y sale airoso, porque sus herramientas son muy genuinas, a confrontarnos con la idea de que ciertos esquemas clásicos poca correspondencia tienen con el devenir contemporáneo. El juego escénico es muy potente. Los cuatro intérpretes (Guillermo Vilarrubí, Alfonso Tort, Gabriel Calderón, Rogelio García) construyen unos personajes muy desquiciados que intentan comprender, muy a su manera, ese mundo que habitan. El ridículo se apodera de ellos todo el tiempo y los torna más y más eficaces a la hora de producir teatralidad.

Carlos Pacheco, La Nación, 10.9.2014
http://www.lanacion.com.ar/1725831-telon-final-para-una-gran-fiesta

La habilidad de Sanguinetti para ir y venir entre referencias filosóficas y humor negro, entre posiciones políticas fundamentadas sólidamente y exabruptos demenciales es cada vez mayor. (...) El contraste entre los personajes tan claramente definidos sumado al ritmo preciso y ajustado en que se desarrollan los hechos hace que las risas surjan naturalmente.

Leonardo Flamia, Voces, 23.4.2015

Una obra que comete quizás la peor de todas las subversiones: explicarle a burgueses desprevenidos la “dialéctica del amo y del esclavo” de Hegel. (...) La conclusión es única e ineludible: Santiago Sanguinetti debe ser eliminado antes de que nos esclavice con su teatro subversivo.

Bernardo Borkenztain, Dossier, Setiembre 2014

El humor de la obra es chirriante, ácido, tremendamente efectivo y ferozmente inteligente. Si la obra es excelente no lo es menos la dirección del autor y el trabajo del cuarteto de actores.

Egon Friedler, Semanario Hebreo, Agosto, 2014

La inserción ingeniosa y cerebral -en medio del miedo a la muerte por mano de los revoltosos- de la lección sobre Hegel (que llega a Marx, por intermedio de Nietzsche) es verdadera pirotecnia lingüística que expone, potentemente, una de las temáticas claves (y preocupaciones) sanguinettianas de estas tres piezas: la distancia, imposible de llenar, entre teoría y práctica.

Georgina Torello, La Diaria, 8.8.2014