Esto no es

por Georg Kasch
Versión en español por Margarita Borja

Heidelberg, 18 de febrero de 2017. Quien nos vende camisetas blancas como si fueran el último grito de la moda ha comprendido las leyes del mercado. Así como la diseñadora de modas Yilliam de Bala. No llegará a la presentación de su colección, por más que una amable señora en overall se pasee por entre el público mostrando su cartel de bienvenida: “Yilliam de Bala Welcome!!!”. Pero eso sí, un par de paquetes con las famosas camisetas sí que mandó, junto con un pen drive.

Un despliegue visual exigente

Y allí dentro justamente se encuentra lo mejor de “Yilliam de Bala coming soon“ de la agrupación cubana Persona. En cuanto se lo conecta a la computadora, se desata una tormenta de imágenes que inundan la pared blanca de media altura que hace de fondo. Pronto abarcarán también las camisetas blancas de las bailarinas performers que encarnan el papel de modelos. Vemos correr ante nuestro ojos, en un tempo vertiginoso, una mezcla entre dada y pop art, fragmentos de poesía concreta en español e inglés, donde las palabras claves y los logotipos brillan más claramente que el sentido. Y demuestran que la moda y el consumo se alimentan de nuestras proyecciones.

Disparatadamente rápido se transforman los significados que se atribuyen a las letras, dejando rastros que atraviesan el tiempo y el espacio. “Londres” se convierte así en “long dress” y de la palabra inglesa “is” surge el “sí” que compone el eslogan “Cuba sí”. Es un grandioso despliegue de visualidad ante un fondo sonoro electrónico industrial: logotipos caricaturizados se encuentran con textos poéticos; signos, imágenes y símbolos se persiguen sugiriendo siempre nuevas lecturas que terminan por exigirnos al límite. Incluso acústicamente nos hallamos a la merced de un aguacero de palabras en español, todas terminadas en –ad y –ud, tan abstractas, tan veloces que resulta difícil que alguien las comprenda. Algo queda, lo que se repite: esclavitud. Una forma de recordarnos nuestra dependencia de marcas y modas, la esclavitud de un mundo cínico que comercializa incluso al Che Guevara y la estrella soviética.

Es para nosotros

El río desbordante de proyecciones opaca, sin embargo, a lo escénico. La directora, coreógrafa y dramaturga Sandra Ramy no parece hallar algo sorprendente entre su repertorio de catwalks y poses de maniquíes. En algún momento una bailarina cuelga su vestido rojo en una cruz a la que parece cargar como un emblema tras el cual se arrastran sus compañeras. Demasiado tarde aparece una performer que vestida con un negligé saca a pasear a su cartera mientras se pone a filosofar sobre forma y función. Pero aparte de ello las bailarinas brincan coordinadamente sobre el escenario, giran como figuras de cajita musical, se meten de a dos en las camisetas blancas de tallas XL y las estiran hasta el límite. Y sin embargo no cabe allí la imagen completa.

Al final el emperador sigue desnudo en su traje imaginario, pues las camisetas no dejan de ser eso, blancas superficies de proyección. No ha habido tijera que las libere, no les ha llegado el turno como sí a Magritte, cuya famosa frase chispea en el trasfondo: Esto no es. Entonces se apaga la luz en la sala. Es para nosotros que nos convertimos en protagonistas de un aplauso que resuena en el escenario vacío.

Yilliam de Bala coming soon
PersonaTexto: Omar Pérez, Dirección: Sandra Ramy, Producción/técnica: Damián Martínez, Asistencia: Mercedes Borges, Iluminación: Guido Gali, Música: Oscar Sánchez.
Elenco: Tamara Venereo, Daniela Ponjuán, Grettel Montes de Oca, Gabriella Burdsall.
Duración: 55 min

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