Como una bomba

Los horrores del conflicto armado interno que vivió el Perú entre 1980 y 2012 parecerían considerarse un pasado remoto. Sobre los excesos de los militares, el terror sembrado por la guerrilla, los 70 mil muertos o incluso sobre el proceso de paz se habla poco o a media voz.

En este contexto, la puesta en escena de “La cautiva”, de Luis Alberto León y Chela de Ferrari, cayó como una bomba. La pieza se sitúa en 1984 en uno de los momentos más graves del conflicto y aborda sin pelos en la lengua una situación tabú de la cual pocos se atreven a hablar abiertamente. “La cautiva” penetra osadamente en la vida ficcional y la historia del asesinato de una muchacha de 14 años abriendo así el camino, desde la plataforma teatral, hacia el procesamiento de la historia peruana.