Hora de buscar nuevos héroes

por Anna Landefeld
Traducción: Margarita Borja

Heidelberg, 8 de febrero de 2020

Al principio está el silencio. Dos mujeres, dos hombres desnudos, de pie sobre el escenario como altivas estatuas de mármol. Pero entonces empiezan a tambalearse. Con las últimas fuerzas se arrastran unos a otros agarrados de la espalda, se apoyan, se desploman, pronto yacen inertes unos sobre otros, una pila de carne, despojada y vulnerable. Una advertencia silenciosa sobre el sinsentido de la guerra.

Peepshow mitológico y obrero 

Pero lo que tan quedamente empieza termina noventa minutos después de manera abrumadora y no menos épica que la silenciosa coreografía. “Antigonón, un contingente épico” del director Carlos Díaz y el autor Rogelio Orizondo de Cuba resulta una despiadada acumulación de fotografías, vídeos, recortes de periódico, textos, asociaciones, canciones. Pues a fin de cuentas se intenta nada menos que de retratar una imagen completa de Cuba, tanto de cómo se percibe a sí misma como a su historia, y esto tomando en cuenta todas sus contradicciones, vinculaciones, anhelos y utopías...

La historia necesita héroes, aunque sea solamente para bajarlos de los pedestales. Díaz y Orizondo agarran todos los que pueden, desde la figura mitológica de Antígona que da el título a la obra pasando por los independentistas cubanos para llegar a las trabajadoras y madres cubanas históricamente explotadas. Los trocean para luego recombinarlos en una especie de peepshow carnavalesco y mitológico protagonizado por trabajadores à la Heiner-Müller-Bertolt-Brecht.

Se trata de una exigencia verdaderamente excesiva, incluso para quienes están al tanto de la situación política actual de Cuba y de su historia. Pero aceptamos el reto y nos contentamos con entregarnos a las poderosas imágenes poéticas y mantener los ojos abiertos: los vestuarios cambian constantemente, pesados vestidos hechos de larguísimas cadenas de perlas, vestidos tintineantes de latas y chapas que dejan entrever pechos y pubis, ternos que dejan el culo al aire o gorras y pantalones baggy para abarcar las tremendas erecciones.

Penes en la cabeza

Y escuchamos: la sucesión de erres que ruedan rampa abajo al abrigo de la bandera cubana y video proyecciones de campos de concentración cubanos. Se recitan poemas del escritor nacional José Martí, discursos de Fidel Castro. Esta consecuente agresividad intimida, y mientras menos comprendemos más nervios sentimos, también a causa de la grandilocuente corporeidad de los cinco artistas. Continuamente suspiramos, profundamente, jadeamos.

El director Díaz cita cada cliché para romperlo inmediatamente. Así como cuando dos jóvenes machos con tremendas erecciones bajo los pantalones aparecen interpretados por dos impresionantes y enérgicas actrices: Clara González y Daysi Forcade, y es Luis Manuel Álvarez quien encarna a la cortadora de caña de azúcar que canta y baila en tacones de aguja y brillos. 

Entre toda esta catarata política-histórica hay algo que logramos aprehender y que resulta notable: aquí son las mujeres quienes tienen la palabra. Los hombres hacen de decoración astral, tienen permitido a lo sumo rodar por el suelo en tanga mientras las alegres mujeres toman el micrófono para agitar sobre sus penes en la cabeza y el sabor de sus jugos vaginales. Realmente ha llegado la hora de buscar nuevos héroes.

 

Antigonón, un contingente épico

Autores: Carlos Díaz y Rogelio Orizondo
Puesta en escena: Carlos Diaz / Textos: Rogelio Orizondo / Coreografía y movimiento escénico: Xenia Cruz, Sandra Rami / Vestuario: Celia Ledón, Robertiko Ramos / Material audiovisual: Marcel Beltrán / Composición: Bárbara Llanes / Iluminación: Oscar Bastanzuri / Escenografía: Robertiko Ramos

Elenco: Clara González, Daysi Forcade, Luis Manuel Álvarez, Roberto Espinoza Sebazco, Linnett Hernández

Duración: 1 hora 30 minutos, sin intermedio

..