Tú misma tienes la culpa, dice el hombre
por Georg Kasch
Traducción: Margarita Borja

Heidelberg, 5 de febrero de 2020
¿Quién se interpone entre la manzana del conocimiento y la mujer? El hombre, naturalmente. En cuanto a alguna de las cuatro mujeres se le ocurre levantarse para dirigirse hacia una de las tentadoras frutas en medio de la alfombra roja, él grita: ¡no! Y nuevamente: ¡no! Y si bien al principio se detienen amedrentadas, la amenaza va perdiendo fuerza y ya las vemos lanzándose sobre esa manzana, pero esta vez para reventarla contra el suelo. ¿Quién necesita ya de ese conocimiento bíblico, uno más de tantos discursos del patriarcado?

Narrar y cuestionar

En su obra “Princesas”, Claudia Eid y sus cinco performers de la compañía El Masticadero abordan con ingenio y valentía los temas de sexo y sociedad. Y esta gira alrededor de una lograda deconstrucción de las princesas de Disney: Blanca Nieves, la Cenicienta, Ariel y Pocahontas. Mientras cada una de las actrices se va disfrazando (con divertidos y disparatados accesorios) de su princesa ejemplar y contando su propia historia, las otras no paran de cuestionarla. Como a la Cenicienta, de la cual dudan que haya logrado nada: lo único que hiciste fue casarte con un millonario, le aclaran.

Y este juego de preguntas y respuestas es sorprendentemente gracioso y revelador. A pesar de que a estas alturas es obvio que los estereotipos de ciertos cuentos de hadas son absurdos y ajenos a la realidad, nos encontramos con que los diálogos, al parecer colectivamente improvisados, logran sacar a la luz de manera muy inteligente y original aspectos de la realidad de las mujeres. Vemos a esas princesas que han caído como inocentes víctimas de sus sueños infantiles. Esa idea, por ejemplo, que todavía pervive en demasiadas cabezas, de que en algún momento llegará el hombre perfecto y las salvará, y será sin lugar a dudas un muchacho, y este hombre por fin pondrá las cosas en su lugar.

Claudia Eid ha realizado un montaje sobrio que se desarrolla sobre una alfombra roja rodeada de marcos vacíos que evocan espejos imaginarios. A izquierda y derecha se sienta el público. Aquí, vestidas con hotpants y camisetas rasgadas, vemos a Elena Filomeno, Isabel Fraile, Lía Michel y Paola Salinas ensayando movimientos de baile, mostrando sus cuerpos imperfectos, identificando con marcadores sus “zonas problemáticas”. Y cuando después se preguntan quién tiene las estrías de embarazo más visibles, las espaldas más anchas, los dedos de los pies más torcidos, vislumbramos en ese reconocimiento un naciente orgullo.

Pidiendo a gritos que lo callen

Todo ello, sumado a los medios teatrales sencillos, le dan a la obra el encanto de un proyecto de apoyo. Sin embargo, gracias a su aspecto analítico y agudo, va más allá de un teatro de reafirmación personal o de manejo de las emociones. En algún momento resuena la voz de un político evidentemente boliviano quien, a la pregunta de cuáles son sus propuestas para proteger mejor a las mujeres, responde con un obsceno: las mujeres deben comportarse de tal forma que no se las perciba como objetos, vestirse apropiadamente, no emborracharse, no asistir a fiestas callejeras y aprender autodefensa… En pocas palabras, está pidiendo a gritos que lo callen.

Y lo hacen. Las excelentes performers reflexionan desde las tablas: ¿de dónde surge esa idea de que las víctimas son culpables de su suerte?, ¿por qué se dan en Bolivia tantos feminicidios?, ¿existe la solidaridad entre mujeres?... Y entonces la velada toma un giro encantador cuando “Bianca” aparece en escena moviéndose ostentosamente al ritmo de Tina Turner, cantando en playback “River Deep, Mountain High”. Tras su inicial papel de macho, Álvaro Eid se transforma en dragqueen cuya apasionante historia nos revela los alcances del concepto de lo femenino, a la vez que nos lleva a comprender que en países como Bolivia, marcados por el machismo, la misoginia y la homofobia van de la mano (lo cual es cierto para cualquier país sin verdadera igualdad de género). Y que la solidaridad resulta mucho más efectiva cuando va más allá de los límites del propio género.

Princesas

Dramaturgia y dirección: Claudia Eid Asbún / Iluminación: Marcelo Sosa

Elenco: Álvaro Eid, Elena Filomeno, Isabel Fraile, Lía Michel, Paola Salinas

Duración: 1 hora, sin intermedio