"Ese Bóker en el campo del dolor" en la prensa
Es un golpazo al cerebro, al estómago y al corazón. Se prolonga poco más de 90 minutos y atrapa la atención absoluta. No se puede ni parpadear. Es al mismo tiempo maravilloso y terrible. Se trata de “Ese Boker en el campo del dolor”, un montaje de esos que al instante impactan, y que a la larga dejan una honda huella en su público. Prueba contundente de ello fue el respetuoso silencio al final de la función que tuve el privilegio de ver, y que se quebró primero con un tímido aplauso y luego estalló en una ovación muy, muy, MUY merecida. Escrita y dirigida por Víctor Hernández —cabeza de la compañía La Canavaty, oriunda de Monterrey— esta puesta en escena es una muestra contundente de los caminos nuevos que está abriendo el teatro mexicano.
Hugo Hernández, El sol de México
Por allá del 2013, un viernes se coló a los medios una nota relacionada con el narcotráfico. Los 18 integrantes de El Kombo Kolombia, una agrupación de música cholombiana y vallenata, habían desaparecido después de haber tocado en el municipio de Mina. El Kombo amenizaba reuniones y bares locales ganándose un público que lo seguía a sus presentaciones. Para el lunes, las autoridades confirmaron que 17 de ellos fueron encontrados asesinados y apilados al fondo de una noria. Las investigaciones concluyeron que fueron ejecutados por miembros de un cártel debido a que habían realizado presentaciones en la fiesta de un cártel contrario. Dieron con los cuerpos gracias a que uno pudo escapar de la ejecución y condujo a los investigadores a la fosa improvisada [...] Para Víctor Hernández, artista escénico oriundo de Santa Catarina, Nuevo León, lo más interesante en esa historia es la identidad del sobreviviente de la tragedia del Kombo. Por seguridad de éste, cuando salió en televisión contando los sucesos, su cara fue pixelada y su nombre ocultado. No sabemos quién es ni su origen, ni siquiera qué instrumento tocaba en su grupo. Una vez más, una identidad borrada [...] En la puesta “Ese bóker en el campo del dolor”, Víctor nos propone darle una identidad al sobreviviente y crear una ficción a partir de ésta.
Carlos López Díaz, Aplaudir de pie