¡Viva la poesía!
Por Georg Kasch
Traducción al español por Margarita Borja
Heidelberg, 10 de febrero de 2024. ¿Podemos atrapar el mal en una botella? Este trío cree que sí. Son amigos del vino y la poesía, románticos, y por ello nos resulta entre naif y conmovedor ese intento de atraer y atrapar el mal usando como carnada tres gotas de sangre. El mal acecha en cada esquina, en la dureza de corazón, el egoísmo. Una mujer está parada en la calle, un hombre le grita por la ventana: ¿es que quieres robarte mi carro, mi dinero, mi cuerpo? ¡Fuera de mi luz! Es la inversión del famoso encuentro entre Diógenes y Alejandro: mientras que allí el filósofo lo único que quería del gobernante es que dejara de taparle el sol, aquí el hombre no soporta que la mujer se detenga ante la luz de su ventana. ¿Dónde queda la comunidad si todos se aferran a la propiedad? ¿La tranquilidad, si en lugar de árboles vemos intrusos? ¿La poesía, si por todos lados se trazan límites? Son estos los temas que Trinidad González aborda en su obra “Espíritu”. La directora chilena se vale de medios sencillos: tres intérpretes, al fondo tres teclados, micrófono, otros instrumentos musicales, un par de accesorios. Así al menos reconstruimos, a partir del tráiler y las fotos de la obra, cómo resultaría este montaje que luego de presentarse en el HAU de Berlín no se pudo hacer en Heidelberg: una emergencia familiar se llevó a Trinidad y Tomás González repentinamente de vuelta a Chile.